Cuando se acerca el final del verano y las vacaciones, es hora de devolver nuestro barco o yate a tierra y contar los días que faltan para volver a navegar. Este momento de guardar el bote es muy importante, porque si no realizamos un mantenimiento básico de la embarcación después del verano, puede que el próximo año nos encontremos con problemas. Y no se trata solo de un tema de seguridad, sino también estético y económico. El objetivo es mantener el buen aspecto del barco y evitar reparaciones innecesarias.
Varada anual
Como hemos comentado, el momento de devolver las embarcaciones a tierra es muy delicado. La varada anual debe hacerse con los medios adecuados, para poder realizar una limpieza en seco. Ten en cuenta que, durante el tiempo que pasa en el agua, el casco sufre las inclemencias de la humedad. También es normal que se peguen algas y diversa fauna marina. Estos microorganismos pueden obstruir las tomas de agua, y si esto ocurre, el motor está perdido.
Repintado del casco
Siempre se hace en seco, y es importante usar materiales como la pintura ‘antifouling’ para evitar que se adhieran al casco la vegetación y ciertos moluscos. Es recomendable darle al barco una nueva capa de pintura protectora cada año, antes de sacarlo de nuevo al agua. Pero previo a ese paso, es necesario hacer una limpieza profunda de la estructura de madera. Te contamos cómo en el siguiente punto.
Arenado de barcos
Para eliminar la pintura antigua del armazón, la técnica más recomendada por los expertos es el arenado o chorreado de arena a presión. Hay que tener presente que esta estructura exterior del bote es muy delicada, y necesita cuidados especiales. El procedimiento del arenado es muy respetuoso con la madera, y se aplica únicamente la presión que la superficie necesita. Así, evitamos que aparezcan daños en el casco. Los expertos de Galvañ Lacados pueden eliminar rápidamente la capa de pintura original, y todas las imperfecciones que haya en la madera. Pídenos presupuesto sin compromiso aquí.
Cuidado de la madera del barco
El casco no es el único elemento de madera que hay en un barco o yate. Para realizar un mantenimiento básico de la embarcación después de verano hay que fijarse en las cubiertas, que suelen ser de madera de teca. Es necesario buscar cualquier tablón suelto, golpes o roturas. Por estos agujeros se cuela el agua, y es posible que se infiltre por debajo de la cubierta. Desde Galvañ, no recomendamos utilizar lijas ni cepillos de cerdas duras para limpiar esta zona, porque son bastante agresivos. Estos utensilios son uno de los principales motivos de los daños en la madera. Es mejor limpiarla con la pistola de chorreado de arena.
Fundas transpirables
Cuando guardamos el barco, siempre lo hacemos con fundas especiales. Pero hay que asegurarse de que sean transpirables, porque la falta de ventilación es fatal para la madera. El interior del barco nunca debe estar húmedo, porque holerá mal, aparecerá moho y se pudrirá.
Velas y Aparejo
Cuando navegamos, la acción del sol, el viento y la lluvia, puede estropear las velas. Cuando hagamos la varada anual después del verano, hay que examinarlas bien para ver su hay cortes, desgarrones o están deshilachadas. También hay que revisar el aparejo, y todos sus accesorios, para ver que no tengan fisuras.
Mantenimiento del motor
Y, por supuesto, no podemos olvidar el motor en nuestro mantenimiento básico de la embarcación después de verano. Hay que limpiarlo con agua dulce para eliminar la suciedad que se acumula durante la navegación. También es bueno pasar un trapo húmedo para quitar la sal acumulada. Antes de guardarlo, una buena idea es cubrir con vaselina los conectores eléctricos, para que no entre humedad en el motor.